1. ¿Cómo definirías la esfera pública, y qué relación establece con el espacio museo?

En términos generales, la noción de la esfera pública está configurada por enfoques participativos, ya sea en relación con la gobernanza en el ámbito político, social o cultural. Las tecnologías digitales han ampliado la comprensión de la esfera pública al crear espacios interconectados respaldados por Internet, desde plataformas de redes sociales hasta el llamado metaverso de mundos virtuales, y que a menudo se acceden a través de dispositivos móviles. Todas estas esferas virtuales han afectado profundamente al espacio museístico, configurando todos los aspectos de la experiencia del visitante y a la forma en que los museos se representan a sí mismos o realizan programas públicos.

La esfera pública digital también ha ampliado nuestro concepto de lo que se conoce como «arte público», un término que tradicionalmente se ha utilizado para el arte exhibido en espacios públicos fuera de un contexto artístico designado o para eventos performativos públicos. Ahora, el espacio del museo se convierte en un «anfitrión» o punto de acceso para esferas públicas interconectadas que se extienden más allá de sus paredes. Un elemento importante en todo arte público es el grado variable de participación y agencia del público. La agencia se manifiesta en las posibilidades de influir, cambiar o crear instituciones y eventos, o actuar como un representante. Esta participación y agencia deben integrarse cada vez más en las estructuras establecidas de los museos.

2. ¿Cómo lo han aplicado en las estrategias digitales del Museo Whitney?

El Museo Whitney acaba de completar un proceso de planificación estratégica digital con el objetivo de ampliar las formas de experimentar, interpretar, investigar y coleccionar arte en un mundo conectado digitalmente. Mi trabajo como comisaria de arte digital siempre ha explorado la esfera pública digital, ya sea a través del artport del Whitney, un espacio de galería en línea para encargos de arte en línea, o a través de exposiciones en la galería. Mi exposición Refigured, que podrá visitarse del 3 de marzo al 3 de julio de 2023, pone de relieve la porosidad de las fronteras entre los actuales ámbitos material y virtual, y el modo en que su interacción conforma nuestra idea de identidad. Las obras de Refigured reflexionan sobre las interacciones entre la materialidad digital y la física. Tres de las obras también pueden experimentarse en línea y los visitantes pueden descargarse componentes de realidad aumentada de las obras que las llevan más allá de las pantallas y a los teléfonos de los visitantes.

3. ¿Son los espacios digitales lugares de transformación e inclusión o repiten patrones externos?

Los espacios digitales son tanto cámaras de eco de las estructuras sociopolíticas y de comunicación existentes como lugares de transformación profunda. Están intrínsecamente modelados por los datos que hemos ido acumulando y las narrativas culturales dominantes que se derivan de ellos, moldeadas por el capital y el consumismo, los patrones de exclusión y todas las formas de sesgo. Al mismo tiempo, los espacios digitales pueden funcionar como plataforma pública para ajustar y contrarrestar estas narrativas, dando voz y posibilidades de intervención a más personas.

4. A partir de la pregunta anterior, ¿de qué manera pueden contribuir los nuevos espacios en línea a reducir esta brecha?

Los espacios en línea pueden funcionar potencialmente como un «correctivo» que desafíe las narrativas dominantes, amplíe los conjuntos de datos y se comprometa con públicos cuyas voces no se escuchan o no se tienen suficientemente en cuenta. Este tipo de comprobación de la realidad puede tender un puente entre las normas y pautas sociales y los experimentos transformadores. Los espacios en línea también ofrecen la posibilidad de conocer a las personas allí donde se encuentran, relacionándose con ellas en los espacios culturales que ocupan, ya sean mundos de juego o plataformas de redes sociales.

5. ¿Qué relaciones deben establecerse en el futuro en lo que respecta al binomio sostenibilidad, emergencia climática y espacios digitales? ¿Cómo pueden abordarlos los museos?

El arte digital comprende una amplia área de práctica que se ha centrado en las intersecciones entre arte y ciencia, cuestiones medioambientales y la crisis climática. Dado que las tecnologías digitales plantean profundas cuestiones sobre su sostenibilidad medioambiental, los artistas de este campo han sido muy conscientes del impacto medioambiental del medio y se han comprometido a concienciar y buscar soluciones. Los museos pueden hacer hincapié tanto en la sostenibilidad de sus operaciones e infraestructuras como en convertirse en un espacio para el arte que genere debates en torno a estos temas.